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Viernes, 19 de Abril de 2024

Deja Hospital San Juan de Dios 284 años de historias

Su cierre obedece a la edificación de un nuevo complejo médico en el municipio de Atlixco.
Miércoles, 22 de Abril de 2015 16:38

Desde su construcción en 1731, y hasta hace unos pocos días, el Hospital San Juan de Dios ofreció sus servicios médicos a todos los habitantes de Atlixco, sin embargo, tras la construcción del Complejo Médico Gonzalo Río Arronte, cerró sus puertas al público, dejando así 284 años de historias.

Realizan modelo en 3D del ex convento de TochimilcoConcluye rehabilitación de ex convento de Santo DomingoEl futuro de este inmueble aún es incierto, pues hasta la fecha se desconoce cuál será su propósito. Tampoco tuvo alguna ceremonia en la que se reconocieran tantos años de servicio.

Hasta la fecha, sigue en pie como uno de los pocos edificios coloniales, no solo de Atlixco, sino de todo el estado, que conservaron su uso original, en este caso, el de un nosocomio. En últimas fechas atendía a población en general y trabajadores del Ayuntamiento.

Su  historia

De acuerdo con el director de Casa de Cultura, René Velázquez, en 1581 uno de los sacerdotes de la Nueva España donó su casa para construir un hospital para el apoyo a los menesteros.

El nosocomio presentaba deficiencias considerables, pues era solventado únicamente por donativos, además de pagos esporádicos. Fue hasta principios del siglo XVIII cuando pasó a manos de los Hermanos de San Juan de Dios quienes quedaron a cargo de su manutención y servicio.

El hospital de Atlixco les fue entregado en 1731 y el personal que llego de la ciudad de México consistía en un Hermano Mayor, un Capellán y seis religiosos, entre ellos un médico.

Por ello, se edificó un nuevo hospital que fue costeado por Antonio Franco, sus dimensiones y calidad le merecieron que fuera conocido como "el mejor hospital del obispado". En aquel tiempo, daba atención a 30 enfermos, como mínimo,

El inmueble siguió atendido por religiosos, hasta la desaparición de la orden por disposiciones de la Corte de Cádiz en 1821, posteriormente, quedó a disposición del Ayuntamiento de Atlixco, hasta sus últimos días de existencia.

Destaca su belleza arquitectónica

La fachada del nosocomio San Juan de DIOS está conformada por un pórtico de tres arcos. Uno de ellos tiene un coronamiento con dos hombres salvajes, semidesnudos, que sostienen un escudo enmarcado por un águila bicéfala además de una corona imperial; completan la composición dos leones sentados, y en los extremos, se localizan dos cascos con plumas.

Deriva de una arquitectura barroca con amplios cuartos que estaban destinados para los jesuitas.

Sus pasillos resguardan historias de ultratumba

Quienes laboraron en su interior, fueron testigos, o bien, lograron escuchar sobre historias terroríficas, narraciones sobre apariciones que hasta la fecha sorprenden y cautivan a quienes las conocen

Particularmente, describen que fantasmas deambulan por los corredores, entre ellos una monja y una niña pasean después de las 12 de la noche.

Uno de los hechos que realmente alertó a los trabajadores, fue que una interna solicitó su baja voluntaria del hospital, pues estaba en la cama 104 y de repente fue arrebatada la sábana y arrastrada por “alguien” invisible.

Risas, cantos, arrastre de cadenas y puertas que se azotan son algunos de los hechos que se presentan en el hospital San Juan de Dios. A pesar de su rareza, tales situaciones eran consideradas “normales”.

Jaqueline Ramírez Salazar se encarga de labores de limpieza en el lugar desde hace más de dos años, y el simple hecho de narrar algunos sucesos de los que ella misma asegura haber sido testigo, hace que su piel se erice, se le ve un poco tensa.

Así como ella, cada persona, enfermera o chofer de ambulancia, tiene una historia que contar.

A partir de esta fecha, por la incógnita que genera el futuro del edificio, hace pensar que no habrá nuevas historias que contar.

Lamentan que no hubo homenaje

Para muchos médicos, intendentes y trabajadores que pasaron por este lugar, es motivo de tristeza que el ayuntamiento cerrara las puertas del lugar sin una ceremonia.

Señalaron que con el cierre del inmueble, también acabaron las ferias en honor al santo patrono, San Rafael Arcángel, imagen que se encuentra en su interior.

Recordaron que cada año, del 16 al 24 de octubre, se celebraba una verbena popular con antojitos propios de la región.

Hasta el momento se prevé que en este edificio se habilite un centro cultural o algo relacionado con el arte, quizás instalar la casa de cultura pues cuenta con la pinacoteca que es un atractivo turístico importante.

Mientras, hoy luce solitario, con basura, polvo, olvidado, con ramas de árboles que caen sobre los pisos de lo que fue el hospital mejor instalado de Puebla.

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