Este lunes 31 de marzo en San Pedro Cholula se cumplirá una vez más con una de las celebraciones más tradicionales que fusiona la cultura prehispánica con la española; la fiesta de la Tlahuanca, que significa la Fiesta de la Embriaguez Espiritual.
Realizada en el cuarto lunes de cuaresma, en el inicio del calendario agrícola de la región, es un festejo, una evidencia más del patrimonio “Bio-cultural” del municipio, así lo explicó Margarita Tlapa Almonte, investigadora de la UNAM y activista en la defensa del patrimonio cultural intangible de Cholula.
“Esta fiesta involucra la vida diaria y colectiva de los Barrios de San Pedro Cholula, que gira en torno a su ciclo festivo y presenta un sincretismo religioso donde se funcionan elementos con simbolismo y significado prehispánico como el ciclo agrícola, el ciclo lunar, la fertilidad y la lluvia; además de un significado católico por estar relacionado con la muerte y resurrección de Jesús. En esta festividad se realiza el culto a la muerte, para recordar a los Principales difuntos. También se rinde culto rogativo para pedir lluvia para el nuevo ciclo agrícola y se realiza en la Capilla Real o de Naturales”, advirtió
El festejo, dijo la investigadora, desborda su significado en elementos que representan la espiritualidad: una cruz de madera de San Pedro de Ánimas que representa la muerte, duelo y pasión de Jesús, así como flores, incienso y música que se ofrecen como culto y sacrificio del Cristo. En esta fiesta se realizan rituales, ceremonias, misa y procesión y como particularidad, se regala un vaso de pulque como símbolo de alimento espiritual, de resurrección y sacrificio divino.
“Todos estos elementos se conjugan en un ritual festivo religioso que permite la unión a través de un pasado inmemorial, para reafirmar una identidad arraigada y el sentido de pertenencia a los Barrios, pero principalmente para poder sobrevivir y mantener su organización y estructura social”.
Es a través de los Sistemas de Cargos que organiza al municipio -señaló la investigadora-, como el conocimiento oral se ha reproducido. Los “Principales de los Barrios, juegan un papel central sobre la base de una autoridad legítima original que recrea en una tradición colectiva de religión, memoria y tiempo”.
“La fiesta la organizan el 'linaje de Principales creyentes' que son quienes reproducen la memoria histórica y el saber ancestral, para poder sobrevivir en los contextos globales y de la apropiación de terceros ajenos a la cultura local. Así como de mantener la armonía y unión de los Barrios, la transmisión del conocimiento oral, los elementos culturales, con el propósito de impedir su desplazamiento, logrando con esto dar continuidad directa e inalterada para conservar la esencia e identidad de los Barrios para futuras generaciones”, explicó.
Los investigadores que han emprendido la tarea titánica de documentar los ritos en Cholula, aseguran que la Tlahuanca como todas las fiestas religiosas de San Pedro Cholula, se encuentra amenazada por la modernidad y la globalización. Sin embargo, los Barrios se esfuerzan por conservar estas fiestas religiosas a través de la organización y estructura social bajo la cual se rigen, evitando con esto que procesos externos pudieran insertarse para dar lugar transformaciones religiosas, espaciales, sociales y económicas que conduzcan a su pérdida.
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