La Virgen de Guadalupe rebasa fronteras

Sin duda alguna la Celebración del 12 de Diciembre y  de la aparición de la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac en el año de 1531 rebasa fronteras y viste territorios ajenos al de México con los colores de nuestra bandera y el folklor del festejo mexicano.

Uno de los eventos más significativos del 12 de diciembre, además del que se realiza año con año en la Basílica de Guadalupe en el Distrito Federal, es el que se lleva a cabo en plena Catedral de San Patricio en la ciudad norteamericana de Nueva York, en la que arriba la Antorcha Guadalupana, uno de los símbolos más importantes de los paisanos migrantes.

De esta manera ahí, en una de las avenidas más famosas a nivel mundial de Nueva York, la Quinta Avenida y frente a uno de los íconos navideños de los newyorkinos, el Edificio del Centro Rockefeller, la festividad mexicana, los cantos y los rezos típicos de nuestra cultura invaden a la Catedral de San Patricio, también sede de la Arquidiócesis de Nueva York, recordando a los norteamericanos y al mundo la influencia tan importante que tienen los mexicanos migrantes en ese país.

Así, en los días anteriores y posteriores al 12 de diciembre las calles de diversos condados como Queens en ciudades como Nueva York, La Villita de Chicago, East LA en Los Ángeles California,  Moore, Oklahoma; Shakopee en Minnesotta, Gulfton en Houston Texas, entre muchos otros a lo largo de la Unión Americana se llenan de los colores, sabores y sonidos del festejo mexicano en torno a esta fecha especial para quienes profesan la religión católica.

El catolicismo en Norteamérica, vestido con el folklor mexicano

Uno de los ejemplos más significativos de la devoción católica que existe entre los migrantes que radican en Estados Unidos, está en la Iglesia de Santo Tomás en el Condado de Tulsa en Oklahoma donde según el New York Times, tiene una congregación de aproximadamente 10 mil personas, de las que el 90 por ciento son hispanas.

Además de que se ha convertido en un punto de referencia, incluso, para encontrar un trabajo como migrante en ese Estado ya que la Iglesia de Santo Tomás es un punto de reunión donde los interesados pueden encontrar, plomeros, carpinteros, albañiles o hasta un abogado.

Al igual que la festividad del Día de la Virgen de Guadalupe llega a cada una de esas comunidades de origen migrante, también las costumbres que rodean a la religión católica en México, como las primeras comuniones, los bautizos, la celebración de los 15 años de las hijas de familia y las bodas por la iglesia de los migrantes que allá, en la Unión Americana, encuentran una pareja, también indocumentada.

En algunas ocasiones, los paisanos llegan a encontrar en la comunidad donde se resguardan en Estados Unidos, mayor cobijo de su propia religión que en su lugar de origen donde los sacerdotes rechazan ir domingo a domingo por el viaje que le obliga a hacer la distancia de la comunidad con la arquidiócesis.

Por ello, festejos como el de las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac son tan importantes para los paisanos incluso en el país que no es el suyo pero que les brinda mejores oportunidades de una vida digna.

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