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Miércoles, 24 de Abril de 2024

La Jornada protege a gentleman de Huitzilan

12 Enero, 2015

Para Antorcha no ha sido fácil luchar contra la pobreza durante 40 años ininterrumpidos. Muchos enemigos cosecha quien defiende la verdad y la hace valer. Pero hemos resistido y, contra todos los pronósticos, hemos crecido en militancia y en conciencia. A pesar del fuego cerrado que desde las trincheras de la ignorancia y la mentira nos lanzan los enemigos del progreso, nuestra organización ha avanzado en sus metas iniciales y hoy podemos decir que le hemos labrado un mejor futuro a millones de mexicanos y que tenemos ejemplos palpables de pueblos y colonias que, literalmente, se han levantado del polvo para convertirse en modelos de desarrollo. Por ello, millones de mexicanos depauperados ven en Antorcha una opción real para mejorar su futuro. Ésta es la razón de que ahora, quizá más que antes, más y más peligrosos enemigos afilen sus armas contra la lucha de los pobres.

Tocó el turno a Huitzilan de Serdán, un municipio de la Sierra Nororiental de Puebla, al que hace dos años y pico llegó un párroco de nombre José Martín Hernández con el único propósito de torpedear la labor del antorchismo. No, el Padre José no llegó a predicar la palabra de Cristo ni a poner en práctica los mandamientos sagrados. El Padre José se ha dedicado a hacer trabajo político contra el ayuntamiento, violando con ello la Constitución Mexicana; abusando del púlpito lanza proclamas para dividir a los huitziltecos y defiende a los adinerados del pueblo que han encontrado cobijo en las siglas del PT. En esta labor, el padre José se ha hecho acompañar de otro profesional de la mentira: La Jornada de Oriente.

El lunes 5 de enero, esa “casa editorial” publicó sucias calumnias contra el Movimiento Antorchista en un bodrio titulado: “Denuncian que en Huitzilan siguen ataques a católicos de parte de Antorcha Campesina”, en el que se nos acusa de que “el comandante de la policía municipal golpeó” a “uno de los hombres más acaudalados del municipio” y de que Antorcha “amenazó de muerte” y “difunde” propaganda contra el párroco José Martín Hernández.

Para que veamos la calidad de investigación periodística y capacidad de raciocinio que se practican en esa “casa editorial”, echemos un ojo al escrito acusatorio, que dice a la letra: “Continúan los ataques de la organización priista Antorcha Campesina a la iglesia católica de Huitzilan de Serdán, pues el comandante de la Policía Municipal golpeó a un feligrés que iba al dispensario del templo, además de difundir propaganda contra el párroco”. Ni el diario ni el denunciante aportan pruebas de que la “agresión” se haya llevado a cabo, allá ¡por diciembre! (a buena hora se acuerdan de denunciarla), ni de la “brutalidad” de la misma; por el contrario, ofrecen una versión fragmentaria de los hechos para engañar a los lectores y, con malas artes, ponerlos de su lado. No sólo eso, en el colmo del cinismo y como muestra de que La Jornada no compulsa sus propios escritos, primero se afirma que la “golpiza” se llevó a cabo cuando el “feligrés iba al dispensario del templo”, pero más adelante la propia nota dice que siempre no, que el “señor Elías Carballido Lobato” sufrió la “agresión” cuando “salía de la iglesia”. ¿Qué parte de la nota miente? La Jornada de Oriente repitió, una vez más, como loro mal amaestrado, las declaraciones falsas de los enemigos gratuitos de Antorcha, como parte de su campaña de desprestigio. Pero, además, y en esto no se ponen a pensar acusador y ganapán, en caso de que el comandante de la policía municipal hubiera agredido al “hombre rico”, ¿por qué se culpa a Antorcha? ¿Qué acaso Dios no dio a los hombres libre albedrío? ¿Acaso Antorcha tiene poderes supranaturales para manipular los actos concretos de cada ser humano, en este caso del comandante de la policía? Este razonamiento equivaldría a culpar a Dios por el crimen de Caín. ¿Y por qué se nos acusa entonces? El Padre José tiene la palabra.

Pero miremos un poco más de cerca a “Don Elías”, el “golpeado”, para que el lector saque sus conclusiones. “Don Elías” es “hombre distinguido en el pueblo”, dice el Padre José, predicador de que a los ojos de Dios todos los hombres somos iguales; pero la nota aclara que “Don Elías” no es tan igual, sino “uno de los hombres más acaudalados del municipio”; el Padre José también afirma en defensa de “Don Elías” que éste “le da trabajo a muchas personas necesitadas”, pero calla que “Don Elías” ha hecho fortuna explotando el trabajo de los campesinos que ganan un salario miserable; según el Padre José, “Don Elías” es un “hombre rico”, pero la nota dice que al momento de la supuesta agresión “Don Elías” iba a la iglesia a “recoger su medicamento que le proporciona la fundación Cáritas Parroquial”, de donde se deduce que además es abusivo y tacaño, como muchos otros “hombres ricos” que se cuelgan de las ayudas que ofrecen organizaciones altruistas o el propio gobierno. El señor, pues, es todo un gentleman de Huitzilan, prepotente y altanero. Éste es el “Don Elías” al que el Padre José defiende, porque es parte de la gavilla de adinerados que han visto en el párroco una buena opción para torpedear el trabajo del ayuntamiento antorchista.

Pero hay más inconsistencias en la “denuncia” de La Jornada de Oriente. Veamos: “debido al ataque (al hombre rico), José Martín Hernández, párroco del templo de Santiago Apóstol en Huitzilan de Serdán -y quien ha sido amenazado de muerte por Antorcha Campesina- interpuso una queja ante la delegación que la Comisión Estatal de Derechos Humanos tiene en el municipio vecino de Cuetzalan del Progreso”. El Padre José se acordó de denunciar ante Derechos Humanos la agresión contra el “hombre rico”, pero olvidó hacer una denuncia similar por las supuestas amenazas de muerte contra su persona. Es más, el párroco es tan desprendido de sí, que ¡no interpuso una denuncia penal contra quien lo haya “amenazado de muerte”! ¿En qué estaba pensando el Padre cuando “olvidó” denunciar? ¿Por qué no lo hizo? Porque no puede probar las “amenazas de muerte” ante la ley, porque son mentiras producto de un cerebro pródigo en fantasías, a las que sólo una “casa editorial” como La Jornada de Oriente le daría cabida en sus páginas para desprestigiar a nuestra organización.

Antorcha jamás ha atacado a la Iglesia católica como institución, como lo insinúa, de entrada, La Jornada de Oriente, por razones que aquí no voy a detallar. Pero sí reprobamos que algunos guías espirituales se involucren en los asuntos políticos de cualquier comunidad, porque eso es una violación a nuestra Carta Magna, cuanto más que el Padre José, como ya lo probé en otro artículo, es un enemigo absoluto del progreso de Huitzilan de Serdán. ¿No es cierto que era el principal opositor a la construcción del hospital en el municipio? Pero la construcción avanza y pronto el hospital beneficiará a los pobladores de la región.

No creo, sinceramente, que por un gentleman y un Padre que buscan desestabilizar a Huitzilan “2 mil 500” personas hayan “levantado la voz” en una manifestación “convocada por el Papa Francisco”, como dice La Jornada de Oriente. Esa también es una fantasía de gente enferma de poder. La manifestación convocada por el Santo Padre a nivel mundial seguramente tuvo otro objetivo, más elevado y profundo que los sueños de poder de un puñado de caciques paleolíticos, que ahora se desgarran las vestiduras, y con tono de lloriqueo afirman que “en este pueblo indígena náhuatl (Huitzilan) las quejas doloridas se pierden o se ahogan entre las montañas de la Sierra Norte de Puebla”. Falso totalmente. La frase puede acariciar los melosos oídos de los izquierdistas de café, pero es una mentira redonda, tan redonda que hasta los berrinches de un gentleman, como “Don Elías”, aparecen en primera plana de La Jornada de Oriente, como es el caso. O sea que no es cierto eso de que “las quejas doloridas” se “ahoguen” en las montañas… ¡Faltaba más!

Por todo esto, volvemos a exigir que el Gobierno del estado intervenga y frene de una vez por todas a esa banda caciquil que busca desestabilizar a un municipio, quizá el único, que progresa con paso firme en la Sierra Nororiental. El padre José, que como dijo Rubén C. Navarro en nombre de Temis viola el derecho y en nombre de Cristo nos carga la cruz, no actúa en solitario, poderosos y oscuros intereses se ocultan tras sus “denuncias”: sabemos de buena fuente que se ha estado reuniendo con un par de gatilleros conocido en el municipio como “Los Toros”, y es seguro que preparan una agresión contra el presidente municipal y los líderes antorchistas. Una vez más, La Jornada de Oriente se convierte en portavoz de asesinos y, por tanto, en corresponsable de cualquier agresión que nuestros compañeros sufran. Dejar que la horda de “hombres ricos” y su asesor sigan actuando impunemente es permitir que se transgreda, una vez más, la ley en Puebla.

Twitter: @aquilesmbrito

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