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Miércoles, 24 de Abril de 2024

El discurso contra los que no son de aquí

22 Abril, 2015

Gloriosa como cada mañana, la Ciudad Sagrada muestra belleza. Camino por las Cholulas realizando un análisis sobre la región y la forma en que se ha transformado en destino turístico. Mientras realizo algunas entrevistas pregunto a las personas como hacen para distinguir a los foráneos de los naturales. Algunos de ellos me responden que debido a los apellidos, otros porque ya se conocen y ubican la pertenencia familiar, otros más por el aspecto físico muy similar.

Hace algunas décadas las hermosas poblaciones que hoy conforman “Las Cholulas” era más bien pueblos rurales habitados en mayoría por una población indígena orgullosa de su vida cotidiana ligada a una vida ceremonial-tradicional con características distintas a las de cualquier lugar en México y el mundo. Sin embargo, hoy se trata de una región cosmopolita influenciada por la presencia de importantes universidades, comercios, servicios y  una importante actividad turística.

Si bien en mi memoria aún está viva la Cholula que conocí en mi niñez, hoy aquellas calles de aspecto provinciano a las afueras de la comunidad se han convertido en calles relativamente cercanas al centro.

El crecimiento acelerado de la ciudad obedece no sólo al crecimiento de su población, también a la llegada de importantes contingentes de foráneos que han venido a la región por diversos motivos. Algunos llegaron para estudiar, otros para trabajar.

La apertura de colonias y la existencia de casas y departamentos en renta han favorecido la permanencia de estos foráneos. Sin duda la población local encontró en estos foráneos formas nuevas de obtener ganancias económicas. De tal manera que los naturales estimularon en los foráneos su deseo de quedarse.

De ahí que San Pedro y San Andrés Cholula estén llenos de casas y departamentos en renta, así como servicios para satisfacer las necesidades de los recién llegados.

Es interesante analizar la actitud que los cholultecas de origen tienen respecto a los “no nacidos” en la región, a quienes se refieren como “los que no son de aquí”, pero esos “que no son de aquí” es decir, que no nacieron en Cholula, compran sus casas, hacen su vida, se casan, tienen hijos y habitan la misma región que los oriundos. Es entonces que surge la pregunta respecto a ¿quién es de Cholula?

Viajando recientemente en un taxi, luego de impartir una clase en una universidad cercana a San Andrés Cholula, me pregunta el taxista de donde soy, respondo que de San Pedro Cholula; esa respuesta satisface la curiosidad del taxista a lo que me responde de una forma jocosa “espero que no se crea española solo por ser güera”, y luego me informa que él nació y vive en San Andrés Cholula.

Esperaba alguna pregunta más respecto a la legitimidad de mi comentario respecto a “ser de Cholula” debido a mi aspecto, pero al comenzar a platicar sobre ciertas tradiciones, el taxista da por hecho que soy de San Pedro. Es entonces que comprendo que la pertenencia a las Cholulas si bien está referida a un origen regional ligado a varias generaciones atrás, en realidad se conforma como una serie de imaginarios que incluyen no solo haber nacido en la región, también conocer y participar en las tradiciones locales.

Por tanto, los “que son de aquí”, es decir, los Cholultecas originarios son aquellas personas que reproducen las tradiciones locales y que al participar de ellas se integran en un complejo protocolo, un sistema de costumbres y tradiciones que construyen en cada persona una identidad.  

En el conflicto relacionado con la defensa del patrimonio cultural Cholulteca algunas autoridades y activistas se han referido a aquellos que participaron activamente en el rechazo contra el proyecto del Parque de las Siete Culturas como “gente que no es de aquí”.

Un ejemplo de ello lo encontramos con la reciente declaración de Roberto Payán Meza, vocero de una desconocida –para mí-  ONG cuyo nombre es “Consejo Ciudadano Indígena para la Conservación de los Límites Territoriales, Monumentos Históricos y Culturales de San Andrés Cholula” y que fuera publicada por Patricia Rojas en El Popular, donde Payán se refirió a los opositores como “las personas ajenas a Cholula que en un afán protagónico y con motivos políticos o personales utilizan a los sanandreseños como “carne de cañón”, una declaración fuerte pero incorrecta pues si bien muchos de los opositores no nacieron en San Andrés si habitan desde varios años atrás la región.

Muchos de ellos se convirtieron en activistas y desde su entendimiento y puntos de vista defendieron a su manera la zona arqueológica de un proyecto que estimaban destruía el patrimonio.

Nuevamente enfrentamos el imaginario del “foráneo”. Si bien esta noción de “el foráneo” es una realidad que a manera de xenofobia experimentan los Cholultecas, cabe resaltar que, en términos reales y legales, los nuevos vecinos son personas que viven y cohabitan la región y que por tanto pertenecen a ella.  Y es que se debe aclarar que participar  o no participar en una tradición, tener o no tener apellidos prehispánicos o heredar una casa de los bisabuelos, te hace pertenecer en el sentido de la identidad a un lugar, pero cuidar, proteger, y amar un lugar, además de contar con una propiedad en el mismo da un importante sentido de pertenencia.

Es entonces que, ante la declaración de Payán Meza (cuyos apellidos no distingo si pertenecen a Cholula), así como las declaraciones de algunas autoridades de la región, habrá que solicitarles objetividad pues que el discurso de “gente que no es de aquí” alimenta la xenofobia y legitima las acciones que son cuestionadas por los nuevos vecinos al descalificarlos y descalificar sus argumentos por venir de gente “que no es de aquí”.

Finalmente, y dado que la adquisición de predios en la región es legal para cualquier mexicano, cualquier vecino de las Cholulas tiene derecho a expresar su opinión respecto al manejo y planeación urbana que se haga en la región.
Twitter: @Isa_MuMon

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