La posibilidad de que un hispano se postulara a la Presidencia de Estados Unidos quizá debía representar una luz en el camino para miles de migrantes que radican actualmente de manera ilegal en ese vecino país, sin embargo, ahora que sabemos de las aspiraciones de Marco Rubio, denominado como un candidato hispano a gobernar la primera potencia mundial por el Partido Republicano ya es calificado por algunos sectores como una futura pesadilla para los indocumentados.
Hace unos días, el Senador republicano por el estado de Florida de tan solo 43 años hijo de padres cubanos quienes migraron hacía Miami en 1956, anunció su interés por obtener la candidatura del Partido Republicano rumbo a la elección por la Presidencia de Estados Unidos en el año 2016.
Sin embargo ya evidenció que no buscará el apoyo de los sectores promigrantes pues en sus primeras declaraciones como aspirante ya tocó uno de los temas más quisquillosos para los indocumentados, la política del actual mandatario estadunidense que protege a los llamados “Dreamers”, el Senador dijo que el programa DACA, el Programa de Acción Diferida para los llegados desde la infancia, por sus siglas en inglés, tendrá que terminarse tarde o temprano.
Y ni hablar del DAPA, que de la mano de la Acción Ejecutiva de Obama se quedarían en el archivero.
En las redes sociales algunas organizaciones promigrantes ya expresaron su rechazo al anuncio de Rubio afirmando que de llegar a la Casa Blanca el sueño americano que buscan millones de indocumentados se convertiría en “una pesadilla americana”.
La economía en USA pesará en el 2016
La realidad es que a pesar de que, por obvias razones, los votantes de origen latino buscan que en el 2016 llegue a la Presidencia de Estados Unidos un mandatario que tenga apertura a una reforma migratoria, lo cierto es que el hecho de que durante sus dos periodos de gobierno Barack Obama no lograra levantar la economía de ese país generando tasas muy altas de desempleo será un peso importante en la decisión final que tomarán los votantes el día D en las urnas.
Es importante dejar claro que una reforma migratoria beneficiaría solamente a cuatro o cinco millones de indocumentados pero la problemática migratoria que tiene la unión americana seguirá buscando medidas fuertes que disminuyan la cantidad diaria de indocumentados que cruzan la frontera con México ilegalmente.
Mientras que aquel aspirante ya sea de origen Republicano o Demócrata que ofrezca una política económica que mejore las condiciones de los norteamericanos en esta materia se llevará el mayor interés de los electores.
Lamentablemente las aspiraciones de Hillary Clinton no logran permear entre el pueblo norteamericano ya que a pesar de su condición femenina y de su buen papel como funcionaria estadounidense, los electores no le perdonan su “debilidad” en el tema del escándalo de su esposo Bill Clinton con la becaria de la Casa Blanca.
Mientras que su oponente Jeb Bush va tomando fuerza entre los republicanos a pesar de su origen familiar, aunque es muy temprano para observar una tendencia definitiva, todavía nos queda mucho que observar.
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